En este caso no se trata de un atentado contra el medio ambiente, ni de trabajo esclavo, sino de denuncias y juicios perdidos por la empresa.
Primero, la condena por crear dependencia a sus analgésicos de forma engañosa: https://exame.com/negocios/johnson-johnson-e-condenada-a-pagar-us-572-mi-por-opioides/
Y ahora, miles de procesos judiciales por productos cancerígenos en el talco que venden, lo que ya les costó cuatro mil setecientos millones de dólares en multas en 2018 en Estados Unidos. Eso, unido a más de veinte mil denuncias más este año, ha llevado a la empresa a dejar de vender el talco mineral en estados Unidos y Canadá, pero continuará vendiéndolo en el resto del mundo: https://exame.com/negocios/apos-denuncias-de-cancer-jj-para-de-vender-talco-para-bebes-nos-eua/
Productos de Johnson & Johnson:
No compre. Vivimos en el tiempo de la producción globalizada, lo que nos convierte en consumidores globales. Las empresas instalan fábricas en países remotos en condiciones que atentan contra el medio ambiente y los derechos humanos. Pero también la información está globalizada; podemos comunicar tales atentados para que todos podamos decidir si compramos los productos de una marca o de otra. ¡Hagamos saber a las empresas que nos importa cómo consiguen aumentar sus beneficios! ¿Comenzamos?
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